A NUESTRO MODO
Estaba yo más joven, finalizaban los años 80s, para tener un punto de referencia acertado; recuerdo que por alguna circunstancia no convenida tuve acercamiento con una muchacha a la cual quería conocer y que coincidió justo en el evento social al que por invitación de un compañero de trabajo asistí. Esa tarde estuve de excursión por las casetas de libros usados entre la calle 17 con carrera 22, en Pasto, echando un vistazo a las posibles "novedades", libros que eran sonsacados muchas veces de alguna exclusiva librería o biblioteca por manos non sanctas y que indirectamente satisfacían las expectativas y la sed de lectura de los que allí íbamos justo con ese propósito. Conseguí un par de libros en perfecto estado, El lobo estepario de Hermann Hesse, y El Castillo, de Franz Kafka. En vista de que ya estaba anocheciendo, y viendo que no alcanzaba a llegar a casa a dejar los libros y cambiarme de ropa, me encaminé directamente hacia el sitio de la reunión en un barrio muy con