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Mostrando entradas de septiembre 10, 2017
Acerca de cómo bañar un gato a las tres de la madrugada. Estuvimos patrullando con el compañero Arias en la camioneta 381, él al volante. Eran aproximadamente las tres de la mañana, acabábamos de salir de una hacienda, Palocecal, y tomamos rumbo a la siguiente hacienda llamada Alemania, pero antes hay que pasarle revista a unos pozos de bombeo. Íbamos por esa ruta, al pasar por el cementerio de El Tiple, vimos a la orilla de la vía un gato muy bonito merodeando por los muros del cementerio. Era blanco con negro, pero más blanco que negro, muy elegante y elástico. Había llovido muy fuerte y  grandes charcos se almacenaban a orillas del camino. Vi que llegando justo por donde estaba el gato el compañero Arias aceleró para pasar por encima del charco, el gato se quieto quieto quizás encandilado por las luces, y antes que pudiera reaccionar le cayó una cascada de agua encima, toda el agua del charco. Al principio a ese gato lo vimos esponjado con todo el pelaje seco, muy orondo y jactan
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El resultado del amor nunca consumado. En la escuela tenían la costumbre de llevarse a las muchachas con engaños para los lados de la cancha y hacerles vaca muerta. Eso lo hacían los muchachos más experimentados en estas bajas lides. Cuando terminaban llegaban sacando pecho y diciéndonos que por cobardes nos privábamos de conocer el verdadero placer que hace hombres machos. A algunas muchachas les gustaba que les hicieran eso. En cambio a otras les repugnaba y llegaban llorando con piedras en la mano. Los abusadores salían corriendo, buscando protección. Pero esto ocurría cuando era la primera vez para ellas. Ya después, por algún efecto desconocido, se iban detrás de ellos haciéndose las locas sin oponer resistencia. Muchas veces, en las horas del recreo, yo me ubicaba estratégicamente para no perderme la inevitable acción. Casi siempre eran los mismos. Ramiro empezaba a halagarlas con cuentos, a calentarlas mejor dicho. Ellas se reían contorsionando el cuerpo, dejando v