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Mostrando entradas de mayo 6, 2018

Nanda.

Eran ya como las ocho de la noche cuando Nanda entró a mi cuarto presurosamente. Traía el cabello tan desordenado que parecía una loca. Ya, me dijo. El viento afuera no tiene compasión con nadie. Y como no sales de esta pieza no te das cuenta de nada. El loco es otro. ¿Y se puede saber qué tanto haces acá metido? Nanda llegaba provocadora. Sus ojos tenían un brillo extraño. Como si adentro, en su cabeza, tuviera ya madura una idea implacable. Para empezar, le dije, ésta es mi casa, y tú una entrometida buscando lo que no se le ha perdido. Por algo tu mamá te muele a palos a cualquier pretexto. Y en la escuela te arrastran de las mechas por impertinente. Ya va siendo hora que le des un cambio a tu vida. Eres un mal ejemplo. De seguir así nadie va a recibirte bien en ninguna parte. ¿Qué buscas? Eso de llegar así, con tan mal aspecto, no me inspira ninguna confianza te digo. Dime de una vez qué quieres. No estoy de humor para atenderte ahora. Nanda se dejó caer con todo el peso de su c

Lunesiada.

Generalmente los lunes nos traen un poco de tensión. Comprensible por ser lunes y por ser inicio de semana. No sé si sólo a mi me ocurre. Pero cuando abro los ojos en la primera hora y me mente se conecta con esa realidad inmediata que hay dos metros después de la cama siento un pequeño escalofrío de temor, como si tuviera que enfrentar a un enemigo invisible. Ya el domingo quedó atrás. El de ayer fue un domingo demasiado tranquilo. Me desperté a las nueve de la mañana después de dormir hora y media (llegué del trabajo a las siete), desayunamos, pero la sensación de sueño y de cansancio persistían. Me dijo Carmen yo no sé cual es tu afán de levantarte tan temprano en vez de dormir. Qué es lo que vas a hacer. Tiene razón pensé. Lo que debería hacer es dormir. Es lo más práctico y conveniente. Además de necesario. Toda la semana trasnochando. Dejando de dormir para que el resto de la humanidad duerma a sus anchas. Le hice caso. Me recosté en el sillón. Tardé pocos segundos para quedar