Entradas

Mostrando entradas de julio 21, 2024

Un ventrílocuo con sueños de paño azul

Imagen
  El día domingo 14 de mayo de 1989 la Revista Cultural RETO del Diario del Sur publicó un cuento del joven escritor Alfredo Villarreal a quien conocí en el Taller Literario "Técnicas del Minicuento" realizado ese mismo año, 16 de junio, en la Universidad de Nariño, Extensión Cultural. Durante esa participación en el Taller dimos a conocer nuestros primeros trabajos  literarios lo cual despertó interés y admiración entre los asistentes, entre ellos Alfredo. Vinieron las preguntas de rigor, qué tipo de lecturas eran las que más nos gustaban, cuánto tiempo llevábamos escribiendo, en fin, una charla amena que dio origen a una inmediata amistad. Así fue como me enteré que mi amigo ya tenía participaciones en concursos locales y departamentales, con cuentos y ensayos, algunos premiados, teniendo por demás el privilegio de la publicación en los periódicos de la ciudad. Fue así como pude conocer y obviamente leer el cuento "Un ventrílocuo con sueños de paño azul" publicado

Un encuentro impensado, fragmento.

Imagen
  _ Te conozco –le dije mostrando mi comprensión a sus deseos repentinos-. Sé que no puedes estar mintiéndome. Si no fuera porque de pronto Leonor, ante mi negativa de yo salir a su encuentro, pueda llegarme de improviso aquí a la casa, te dejaría dormir en mi propia cama si lo quisieras. Pondré un aviso en la puerta anunciando que regresaré mañana. En caso de que no conteste el celular. Hizo intento de besarme, pero la contuve. _ No lo hagas, aquí no, por favor. Una cosa es que acepte ir contigo a tu casa, y otra muy distinta que ya tenga decidido el tipo de comportamiento que deba mostrar hacia ti. Todo a su tiempo. En el camino veremos qué es lo más conveniente para ambos. Salimos. En la calle nos encontramos con varias personas conocidas que nos saludaron. En ciertos momentos hice caso omiso de los saludos insistentes y suspicaces. Los bochincheros que no faltan. La casa de la chica quedaba apenas a dos manzanas de la mía. Antes de llegar, en un local pequeño, funcionaba una