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Mostrando entradas de 2018

ELLA LO RECUERDA ASÍ

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   Estaba decidido. Tenía que verla. Si dejó pasar el tiempo fue por una razón de conciencia. Conocía de sobra el carácter impredecible de aquella mujer. No estaba dispuesto a caer de nuevo en su trampa. Esta vez sería distinto y la sorprendida, quizás, sería ella misma. Lo mejor era actuar con naturalidad, evitando los supuestos.    Tomó el camino más corto, el menos transitado. El que le facilitaría, llegado el momento, la posibilidad de pensar con rapidez y huir.    La mujer estaba esperándolo. Impávida como una efigie de granito. Sintió el hombre ráfagas de abandono, como de estar agonizando con cada paso que daba. De esa muerte, pensó, no iba a escapar tan fácilmente. Ella lo recuerda así, tan frágil como llegó. RICARDO FIGUEROA/LaMáquina deEscribir/Autor. Título del cuadro: The Anguished Man (El Hombre Angustiado), pintura hallada en un desván donde estuvo oculta durante 25 años, se dice que el pintor utilizó su propia sangre para realizar la obra.

El Mensajero

Da la casualidad que estando yo sentando afuera en el andén, y me llega. De entrada no le dije nada. Esperé a que hablara. Igual, era demasiado tarde. Un perro callejero se aproximó buscando amistad. Le dije con la mano extendida que se fuera. El lugar para eso no era propio. Moviendo el rabo el perro lo pensó un poco. Se alejó, desilusionado. El que acababa de llegar movió muy rápidamente el brazo. Fue lo último que distinguí del asesino antes de hundirme en la oscuridad de su odio. Autor: RICARDO FIGUEROA/LaMáquina-deEscribir. Septiembre 14 de 2018

Orden al desorden.

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Tres días ya del retorno. Ocho y veinte de la noche. La lluvia persiste sobre el techo metálico y el ruido venido de las máquinas. Los hombres caminan poseídos del cansancio y las ganas de tirarse sobre la ceniza. Las ganas de reír las apagaron. O quizás las tienen guardadas para cuando suene el pito de la libertad programada, la que sólo les concede un breve tiempo de reencuentro con lo que más aman, odian o detestan. Avanzo sin reconocer a nadie, sin reconocerme en los minutos irrespirables de una jornada densa como una manta sucia de espanto. Es lo que te libra de andar arrastrando cargas más incomprensibles sueños arrancados de raíz como ya en otro tiempo la vida, el destino, lo hicieron midiendo el tamaño de la angustia, de la desesperanza nunca estipuladas. Prometiste darle orden al desorden. Dijiste que peor era nada. Encontraste el cielo visitando un nuevo infierno. Autor: RICARDO FIGUEROA/LaMáquina-deEscribir. Septiembre 13 de 2018

TÉRMINO

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TÉRMINO No hay espera los años reclaman el tiempo disminuye los ojos se han perdido las voces crecen se expanden en las manos tiemblan estrellas que la noche ha vomitado en francos espasmos una bestia de silencios apretados esa es la noche esa es la noche cuando las dudas germinan cuando convergen hacia el único rincón donde te has abandonado. Autor: RICARDO FIGUEROA/LaMáquina-deEscribir. Agosto 30 de 2018

DESENCUENTROS

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DESENCUENTROS Yo contemplo yo exhorto yo deseo yo amo yo tomo el silencio lo inundo de reclamos de formas de sutilezas de colores de palabras que sólo son arenas movedizas del fracaso. Autor: RICARDO FIGUEROA/LaMáquina-deEscribir. Agosto 19 de 2018.

YO EL QUE SOY.

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YO EL QUE SOY.                                                                         - Cuando yo muera, ¿quién me lo va a decir?- le dije                                                                         como rogándole. Pero ni yo sabía el alcance de la                                                                          pregunta, la calidad especial de ese amor secreto. Me                                                                         miro con piedad; tal vez era eso lo que yo esperaba, que                                                                         me dijera:                                                                         - Yo.                                                                                                Alejandra Pizarnik, Diarios.                                                                                       Son las 10:55 de la noche. Da la certeza que me encuentro solo. Solo en medio de la noche. E

SALVARSE DE SÍ MISMO.

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Salvarse de sí mismo. Teniendo en cuenta que todo es pasajero compremos los pasajes correctos digamos sí al soplo del viento las voces lejanas filtrándose al miedo disimulado bajo el periódico húmedo puesto de afán bajo el brazo. La descendencia del justo será bendita la ciudad desaparecerá lentamente hay que tomar una decisión  te salvarás a ti mismo traicionarás la mano que te guió nada te compromete a nada solo el silencio y la muerte tañerán su ritual de campana. Estás solo y ríes contra todo lo que eres contra la hostilidad infecta de la calle contra tus ganas de llorar sin lágrimas. Eres veinte años mayor a la mujer sin nombre que te conmina con labios de hastío a seguir el camino de lo nunca conocido de lo nunca vivido de lo eternamente indeseado y siempre escrito.  Si te quedas aquí te caes no te levantas te mueres.  Teniendo en cuenta que todo es pasajero soplo sobre la página y las palabras vuelan buscando opuestas direcciones. El patio

A LA HORA DE LA MUERTE

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La idea de irme del almacén empezó a rondarme temprano en la cabeza. No estaba dispuesto a soportar siempre de lo mismo en las mismas dosis y con marcado cinismo para completar. Uno podrá ser pobre y necesitado pero nunca andar posando de imbécil para beneplácito de los demás. En el fondo era consciente de estar tomando una decisión demasiado compleja que daría al traste con muchos proyectos de antemano trazados. Uno de ellos, el principal, sentarme cómoda y tranquilamente ante la máquina de escribir y tratar de desembrollar una intrincada historia acerca de un mancito que se encierra en la pieza de un segundo piso y mira cómo debajo del puente por donde corren las fétidas aguas del río Pasto una pareja de drogadictos se enloquecen con yerba y alcohol de 75 grados mezclado con gaseosa. La escena es siempre la misma. No les importa nada. Ni la gente que los grita o los silba exhortándoles a que abandonen su guarida y se larguen de una buena vez al mismísimo infierno. Pero qué mas

Nanda.

Eran ya como las ocho de la noche cuando Nanda entró a mi cuarto presurosamente. Traía el cabello tan desordenado que parecía una loca. Ya, me dijo. El viento afuera no tiene compasión con nadie. Y como no sales de esta pieza no te das cuenta de nada. El loco es otro. ¿Y se puede saber qué tanto haces acá metido? Nanda llegaba provocadora. Sus ojos tenían un brillo extraño. Como si adentro, en su cabeza, tuviera ya madura una idea implacable. Para empezar, le dije, ésta es mi casa, y tú una entrometida buscando lo que no se le ha perdido. Por algo tu mamá te muele a palos a cualquier pretexto. Y en la escuela te arrastran de las mechas por impertinente. Ya va siendo hora que le des un cambio a tu vida. Eres un mal ejemplo. De seguir así nadie va a recibirte bien en ninguna parte. ¿Qué buscas? Eso de llegar así, con tan mal aspecto, no me inspira ninguna confianza te digo. Dime de una vez qué quieres. No estoy de humor para atenderte ahora. Nanda se dejó caer con todo el peso de su c

Lunesiada.

Generalmente los lunes nos traen un poco de tensión. Comprensible por ser lunes y por ser inicio de semana. No sé si sólo a mi me ocurre. Pero cuando abro los ojos en la primera hora y me mente se conecta con esa realidad inmediata que hay dos metros después de la cama siento un pequeño escalofrío de temor, como si tuviera que enfrentar a un enemigo invisible. Ya el domingo quedó atrás. El de ayer fue un domingo demasiado tranquilo. Me desperté a las nueve de la mañana después de dormir hora y media (llegué del trabajo a las siete), desayunamos, pero la sensación de sueño y de cansancio persistían. Me dijo Carmen yo no sé cual es tu afán de levantarte tan temprano en vez de dormir. Qué es lo que vas a hacer. Tiene razón pensé. Lo que debería hacer es dormir. Es lo más práctico y conveniente. Además de necesario. Toda la semana trasnochando. Dejando de dormir para que el resto de la humanidad duerma a sus anchas. Le hice caso. Me recosté en el sillón. Tardé pocos segundos para quedar

La libertad de expresión.

Me han dicho los que ya me conocen "es que le metés mucha política al face", con lo cual quieren decirme de una vez por todas que dejé de lado otros temas quizás "más divertidos" y desprovistos de polémicas y discusiones sin sentido. Claro que tiene mucho sentido eso de querer expresar unas opiniones que abarquen un bien común, un deseo de cambio, de justicia e igualdad en nuestra amada Patria. Si nosotros como ciudadanos no tomamos consciencia de la realidad que vivimos apor tando al menos una idea que genere cambios en nuestro entorno social es porque estamos dormidos o simple y llanamente nos importa un rábano el estado de cosas que afectan el interés común. Sea por incredulidad, por escepticismo, por desconocimiento, por rabia, por fanatismos exacerbados, por no ceder en nuestras creencias, por considerarlas una verdad suprema e incontrovertible, inmune a propuestas veraces que la modifiquen o le den distinto significado, sea por esto o por lo que en concept
Encuesta 26 de marzo 2018 Elecciones presidenciales en Colombia. Siguen los encuestadores profesionales haciéndonos creer disparadas y favoritismos inusitados del candidato Duque. El promedio que presentan es un Duque con el 45.9%, un Petro con 26.7%, un Fajardo con 10.7% (quizás el más castigado) y un Vargas Lleras casi sin posibilidades electorales con un 6.3% en la intención de voto de los colombianos consultados. La encuesta es de Caracol-Invamer, tan discutible en su veracidad como todo lo que proviene en favor de la derecha intransig ente de este país. El desconocimiento de los candidatos sigue siendo el punto más frágil para encumbrar a unos y descolgar a otros. Yo fui jurado de votación el pasado 11 de marzo y una de las cosas que me llamó poderosamente la atención fue el amplio margen de personas mayores acudiendo a las urnas. La juventud brilló por su ausencia. Ese potencial electoral, muy importante para determinar un resultado, sigue durmiendo el sueño de los justos.

MEMORIAS DE UN ADOLESCENTE ENAMORADO.

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Cuando llegué de la escuela y entré a la casa mi mamá  estaba en la sala cosiendo o mejor, remendando un pantalón viejo de papá. Apenas me vio su cara se iluminó con una sonrisa de felicidad. "¡Hijo querido, estaba muy preocupada por ti, ven que quiero abrazarte!..." Y levantándose afanosamente del asiento me estrechó tan fuerte que el corazón pareció desencajárseme por algún lado del pecho. Madre, le dije, sólo vengo de la escuela, me recibes como si acabara de llegar de un largo viaje, me parece algo exagerado, ayer no fue lo mismo. ¿Tanto me quieres y me extrañas madrecita querida? Dame algo de beber mejor, tengo mucha sed. Mi madre se apartó apenas unos centímetros para mirarme directamente a los ojos. Noté una leve confusión en su ánimo. Quizás se avergonzaba de esa incontenible efusividad maternal. "¡Perdoname hijo, me dejo llevar por las emociones. Anoche tuve un sueño. Demasiado desagradable. Me ha puesto nerviosa. Muy asustada. Incluso ahora mismo vuelven es

RESIGNACIÓN PERRUNA.

RESIGNACION PERRUNA. Allí estaba otra vez ese perro. Era un perro de color amarillo con los huesos muy marcados en la piel. Tenía la mirada vidriosa y mostraba los dientes ante cualquier intento que hacía yo de acercármele. Recordé que en el bolso me habían quedado dos panes. Introduje la mano para sacarlos y ofrecérselos. El perro seguía mirándome con desconfianza. Como si en vez de querer hacerle yo un bien buscara quizás la oportunidad de hacerle daño. No temas, le dije. Solamente quiero calmar un poco el hambre que te consume ofreciendote estos dos panes. Ten. Son tuyos. Empieza a comer de una vez. Puede llegar otro perro más avispado y te quita lo que ya te pertenece. No seas bobo hermano. El perro hizo por primera vez un movimiento aprobatorio con la cabeza. Se aproximó a pasos lentos buscando la comida. Lamenté no poder darle más. Con eso no habría de calmar el hambre que lo consumía. Supuse que el perro hizo un camino demasiado largo para llegar hasta allí. Agua. Tendría