¡Los buenos recuerdos! Por medio de ellos descubrimos la importancia de vivir proyectados al futuro, pero sobre todo de darle un sentido perfecto a la vida! El tiempo siempre apremia y cuando menos lo esperamos los días y los años nos van ubicando en lugares que, si son cómodos, agradables, confortables, nos permiten sentarnos y descansar, ver, observar el paisaje del trayecto recorrido.

Hay diminutas telarañitas embalsamando caprichosas la mente, pero cuando a los recuerdos les llega una filtración de luz proveniente de una emoción súbita, desprendida de una canción, por ejemplo,ellos simplemente se yerguen como espigas doradas trayéndonos el aroma tibio de antiguos soles, con frescos y renovados vientos matinales.

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