EL JUEGO DE LAS SIMPLICIDADES.



Ella emerge y se sumerge desde sí misma como una ninfa de ensueño. Cada vez saca una forma nueva que encanta y perturba: una cabellera abundante que la envuelve y transporta, un cuerpo que va y viene en el espacio de fuego que la circunda. Esta mujer oculta su sombra en la luna del espejo, el que disimula apretando duro en la mano. El mismo que guarda y extrae de un pequeño bolso de colores inmarchitables. Contiene cosas sencillas como son su libertad y su refugio. Cosa de mujeres, dirá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Algún día leerá estas páginas

Rumba en la Luna

Es domingo.