De cómo un sencillo diálogo puede convertirse en algo más curioso.





De cómo un sencillo diálogo puede convertirse en algo más curioso.

¡Qué haces lindura! ¿Está lloviendo por allá? "No, pero tiene cara de volver a llover, ojalá no como ayer". Por acá lloviendo a cántaros, estoy en mi sitio de trabajo pero guarecido, tomando bastante tinto caliente, qué más puede hacerse. "Tengo un video del río Medellín, voy a mandártelo para que veas cómo se puso". ¡Oh, muy crecido! ¿El video lo hiciste tú? Es desde un trasporte público. ¿Vas viajando? Tremendo. Le tengo mucho miedo a eso. "Si. Digo, no. El video no lo hice yo. Me lo acaban de mandar. Eso fue ayer". Tengo malos recuerdos de ríos así crecidos. Una vez, hace ya mucho tiempo, niño aún, se desbordó el río allá en el pueblo donde vivíamos. Y se llevó la casa. Quedamos en la calle sin nada. Apenas con lo que llevábamos puesto. Ropa de dormir porque fue como a media noche. "¡Ayy no, no te lo puedo creer!". Así es. Un señor que tenía un granero y era rico, amigo de papá, nos llevó a su casa mientras pudiéramos conseguir un lugar en dónde establecernos. Fue horrible. Estuvimos a punto de morir ahogados. "Uy si". Alcanzamos a llegar a un sitio alto justo cuando la borrasca venia arrasando con todo. "Por eso hay que saber nadar". ¿Saber nadar me dices? El río Medellín que me muestras en el video se asemeja a un riachuelo junto al río que te cuento. Mejor no te digo por la cantidad de muertos y las casas desaparecidas. "Ja. Mira este otro video, esto pasó ayer también en Itagui. El vendaval  es tan fuerte que derriba ese enorme muro y sepulta vehículos al otro lado". Un vendaval. Eso es peor todavía. Cuando las fuerzas de la naturaleza se desatan no hay poder humano que las detenga. Hay que tenerles miedo. "Si, muy miedoso eso". Toca estar en gracia de Dios por si las moscas. Con el agua es mejor no meterse. Hay gente que se ahoga en un vaso de agua. O con agua, bueno. En serio. Así de exagerados son. "Me estás tomando el pelo y eso me enoja". Otros que se atragantan con las palabras  y mueren asfixiados. Otros que por ponerse a ver lo que no les importa dejan los ojos encima de una mesa y llegan los cuervos y se los llevan. Es mejor eso a lo que dice la frase: Cría cuervos y te sacarán los ojos. "Véte al infierno. Contigo no se puede ni hablar". Hum. Detesta cuando utilizo mi fino humor para hacerte sonreír. Te entiendo. Estaba a punto de dispararme un tiro en la cien. Me salvó que estaba llegando apenas a la setenta. Al menos debes alegrarte por eso.

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