DESCUBRIMIENTO




DESCUBRIMIENTO


Te  conocí...un día de mayo
cuando mayo era como un río de luz
bañándonos de esperanza.
Desnuda, creciste como el río
te llenaste de turbulencias
de fuerzas impredecibles
arrolladoras...
Eras tú y esa otra persona
disputando con denuedo
la original supremacía.
19 mayos,
que no abriles, me dijiste,
rompieron el hechizo
el umbral de luna muerta
alucinando los peces de cristal
de tu sexo sumergido
en la sinuosidad del abismo.
Me hallaste justamente reclinado
en la instancia del deseo
el deseo imposible
mas allá de la meditación de la carne.
Invocación interregna 
al suceso del placer siempre imaginado.
Un algo niños, un algo perversos
jugamos a tejer y destejer ese rictus incrustado
en las bocas cerradas, apretadas
como un puño de sueños rotos.
Inevitable que aludiéramos
al viejo tiempo consumado
pródigo de historias grises, ineficaces.
Mira el temblor de las manos
el llanto contenido
la protesta líquida de los ojos
el ardor levantado del corazón.
Sé que lo dijiste por decirlo
para rellenar el vacío de la mente
los recuerdos ya dispersos
salidos de todo cauce.
Sea lo que fuere estamos solos
perpetuamente solos y extraviados
en el principio de la pregunta.
Esa noche, contraviniendo  leyes establecidas,
acechando con gratitud desde las sábanas
el primer signo de cansancio
dilucidamos  los dos
 minucias y extravagancias
de aturdidos amantes.
Tu olor a tarde muerta
a hierba segada en tus rodillas
donde atisbo el surgimiento
de una primavera naciente.
Empezaste a sollozar
a sentir pánico
a padecer la imagen envilecida
ardiendo obstinada en el pecho.
Con gesto inusitado
tus manos ciegas iniciaron el camino
el reconocimiento mejor
de una antigua, sepultada alegría.
Accediste
enloqueciste
celebraste con los brazos en alto
sin pronunciar la mínima
la más leve palabra;
tu cuerpo  vislumbró
el origen de una claridad nueva
¿eterna?
el origen de tu propia luz
y consecuentes tinieblas.
Quedó demostrado al arribo
del súbito estremecimiento cuando
sumida en el delirio
y maldiciendo tu espectro
pronunciaste por fin la palabra Amor
metida en mis labios.

Ricardo Figueroa-escribidore17.blogspot.com-la máquina de escribir



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